¡Ya es Navidad!

Si así es, ya estando en diciembre se puede decir que ya es Navidad o también podríamos aplicar la de ¡qué rápido paso esté año! Sí, aunque esa expresión sea de lo más trillado que hay en la faz de la Tierra, no podemos negar que es verdad. Mi tito, siempre decía que entre más mayor eres, más rápido se te pasa ¿será?  Otra cosa que he escuchado es que si la pasas bien, se te pasa rápido. Honestamente prefiero inclinarme por esta segunda opción, por qué si algo he hecho este 2017 es pasármela bien.

Esté año después de 3 años vuelvo a pasar Navidad en México, mi país. Muero de ganas. Es algo que no puedo explicar, pero tengo la emoción de hacer mis múltiples comidas navideñas con mis amigos. Desde la más divertida con los de toda la vida, mis amigos del alma (Stefy, Qk, Pablo, Fedo, Pily, Almu, Itu, Isa, Jose y agregados culturales) hasta la de no parar la lengua con las de la universidad. Otra cosa que me urge es el tradicional desayuno con mis primas y tías el 23 de diciembre, me da emoción volver a ir, no es que tenga algo especial, pero sí es un desayuno único. Obviamente otra cosa que me urge es pasar Navidad como siempre y con los que más quiero, mis dos familias, abrazarlos, sentirlos, quererlos y de más. Romper la piñata, jugar el juego de la caja, hacer el intercambio (amigo invisible) y ver a mis primos y tíos en general que hace más de año y medio que no los veo (y no los menciono como a mis amigos porque si algo tengo es familia). Aunque poniendo “un pelo en la sopa”, me da un agobio lo de las compras y los regalos navideños, no sé ni que llevar ni regalar y peor cuando te toca regalarle a un hombre. Porqué aunque no lo crean desde octubre, se hizo el amigo en invisible en mi familia (sí, así somos de intensos). ¡Ah! Otra cosa que me estresa estos días es las múltiples cenas que se tienen en restaurantes, antes de Navidad (por lo menos en Madrid), ya no sabes ni a que restaurante ir y aparte quieres uno que no sea caro. O sea pura GASTADERA.

Al final diciembre sí que es un mes de gastos, sí que es un mes de comedera, sí que es un mes de desvelones, sí que es un mes de estrés, sí que es un mes tomadera. Pero todo vale la pena porque es en el mes que mes unidos estamos con la gente que queremos. Qué más nos apreciamos y nos lo decimos. Qué valoramos lo que obtuvimos en el año, la gente que conocimos o los retos que cumplimos. Qué perdonamos fallos nuestros y fallos de los otros. Qué abrazamos y besamos, sin parar. Qué hacemos feliz a la gente, a lo mejor con un simple caramelo. Pero sobretodo y para los que vivimos lejos de los nuestros es un mes de familia y unión. 

Acuérdate en “Navidad comer y querer hasta reventar”

¡Feliz Navidad y lo mejor para el 2017!

Patri.

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