27 abril, 2017
HASTA EL CUARENTA DE MAYO, NO TE QUITES EL SAYO
Quién pensaría esto con el calor que de repente nos llegaba desde marzo, pero no hay que olvidar que por algo existen los refranes. Así que, a taparse, sueno como mi mamá, sí como mi mamá, porque yo lejos estoy todavía de serlo, digo, nunca se sabe, pero sí les aseguro que no está por ahora en mis planes.
Miren qué cosa, hablando de mi mamá (¡ya sé, ya sé!, que en España se oye infantil que diga mamá, pero así decimos en México y no lo puedo cambiar) y justo mayo es el mes de las madres, que en España se celebra el primer domingo del mes y en México el 10 de mayo y honestamente no entiendo que no haya una fecha fija, al igual que en México no la hay el día del padre. La verdad creo que, aunque no soy mamá, a veces me sale mi lado maternal con la gente en general, pero específicamente con mi hermana y sé que lo odia ¡perdón, perdón y mil perdones por hacerlo!, pero para qué me engaño Luc, si no lo puedo evitar. A parte amoooo, amoooo, verdaderamente amo a los hijos de mis amigas, todos de las de México. Desde Servando, que considero que me hice tía, hasta Lucrecia que a veces no quiere hablar conmigo; Javi, que sólo me pide que lo vuelva a llevar a festejar Halloween o cualquier de ellos, los de Leticio, Giovis, Pily, Blanquis, Isa, Lourdes y los que están por venir de Mary, la de mi manta y el de Marianis. Tal vez por esto, ya casi 20 niños y niñas, todavía puedo esperar en tener los míos, porque sí que la vida cambia, todo es diferente, desde ir a un viaje, al cine o a un museo.
Que, por cierto, no sé si sepan, pero mayo es el mes de los museos, sí, gracias a Karmele mi prima, tengo estos datos culturales, pero cómo no si ha trabajado en dos de los museos más importantes del mundo, el de Antropología de México y el Prado en Madrid, así es, les estoy presumiendo el pedazo de prima que tengo, a la cual la frase del sayo le va como anillo al dedo porque si alguien es friolera es ella, qué risas cuando vivíamos juntas...
Pues ya saben, en mayo consientan a sus mamás, cultívense un poco visitando un museo y NO guarden todavía todo lo de invierno.
P.
Miren qué cosa, hablando de mi mamá (¡ya sé, ya sé!, que en España se oye infantil que diga mamá, pero así decimos en México y no lo puedo cambiar) y justo mayo es el mes de las madres, que en España se celebra el primer domingo del mes y en México el 10 de mayo y honestamente no entiendo que no haya una fecha fija, al igual que en México no la hay el día del padre. La verdad creo que, aunque no soy mamá, a veces me sale mi lado maternal con la gente en general, pero específicamente con mi hermana y sé que lo odia ¡perdón, perdón y mil perdones por hacerlo!, pero para qué me engaño Luc, si no lo puedo evitar. A parte amoooo, amoooo, verdaderamente amo a los hijos de mis amigas, todos de las de México. Desde Servando, que considero que me hice tía, hasta Lucrecia que a veces no quiere hablar conmigo; Javi, que sólo me pide que lo vuelva a llevar a festejar Halloween o cualquier de ellos, los de Leticio, Giovis, Pily, Blanquis, Isa, Lourdes y los que están por venir de Mary, la de mi manta y el de Marianis. Tal vez por esto, ya casi 20 niños y niñas, todavía puedo esperar en tener los míos, porque sí que la vida cambia, todo es diferente, desde ir a un viaje, al cine o a un museo.
Que, por cierto, no sé si sepan, pero mayo es el mes de los museos, sí, gracias a Karmele mi prima, tengo estos datos culturales, pero cómo no si ha trabajado en dos de los museos más importantes del mundo, el de Antropología de México y el Prado en Madrid, así es, les estoy presumiendo el pedazo de prima que tengo, a la cual la frase del sayo le va como anillo al dedo porque si alguien es friolera es ella, qué risas cuando vivíamos juntas...
Pues ya saben, en mayo consientan a sus mamás, cultívense un poco visitando un museo y NO guarden todavía todo lo de invierno.
P.