GUERRA DE SEXOS: ¿QUÉ QUEREMOS LOS HOMBRES DE LAS MUJERES?
Guía sencilla para entender de una vez por todas qué carajo sucede dentro de los sesos masculinos.
¿Os acordáis de Súper Pop? Esa revista de los 90 que nutría de recortes las portadas de los archivadores de nuestras compañeras de instituto, ha mutado en otro tipo de formato.
Plataformas digitales como “Código Nuevo” o “Elementos” se han creado para satisfacer las necesidades de consumo rápido de las jóvenes en materia de consejos amorosos. No tengo nada en contra de estas plataformas (miento como un bellaco, las detesto, pero debo ser políticamente correcto), pero me da la sensación de que es muy peligroso dar “guías” sobre relaciones, precisamente porque no las hay.
Me horrorizan titulares como “El amor de verdad no se encuentra, se trabaja” o “Si reconoces alguno de estos comportamientos, tu pareja te está manipulando” o “Cuánto hay que esperar para verse con otra gente cuando tu relación se ha acabado” o “9 cosas que hace un hombre que está interesado en ti”.
Sentar cátedra en asuntos de pareja me parece un sinsentido, pero si hay que hacerlo, hagámoslo desde los dos bandos ¿o es que esto de hablar de temas de amor es un asunto sólo de mujeres?
Por lo tanto, desde este atril digital que me brinda LaakShop voy a expresar quée es lo que (creo) quieren los hombres de las mujeres. Porque nosotros, muchachos, también necesitamos ser escuchados.
Recientemente leí un post en una de estas plataformas titulado “Conquístame a la antigua que los regalos ya me los hago yo” que sencillamente me indignó. Era un artículo romántico en el que la redactora explicaba qué era lo que buscaba en un hombre. Entre muchas cosas decía que buscaba un hombre que fuera valiente, que tuviera las cosas claras, que le diera lo que se merecía, lo que quería, lo que necesitaba, que no dudara nunca, que se lanzara al vacío con ella de la mano, alguien que hiciera del amor una obra de arte, con el que jamás se sintiera insegura, que aceptara sus cambios, su independencia, que le ayudara a crecer…etc. etc. etc.
Una auténtica lista de la compra.
Me gustaría preguntarle a la redactora que pasaría si el hombre del que se enamora tiene dudas (como todas las personas) ¿lo desecharía? Y si le diera miedo el compromiso ¿no tendría tiempo de esperar a que se le fuera? Y si fuera un poco celoso ¿no pasaría el examen? Y si tuviera una mala racha y se sintiera sin fuerzas ¿sería no apto para ella?
Querida redactora, siento comunicarte que ese hombre no existe. El amor, tu pareja, tu compañero en la vida, no se escoge en un casting. No es algo que puedas configurar como un coche. Lo que tú estás buscando es un súper héroe de película romántica; un Iron Man en temas de amor que para configurar vas a necesitar más piezas que el lego de la estrella de la muerte.
¿Qué queremos nosotros? No lo sabemos y desde luego no tenemos una lista de requisitos que nuestra pareja tenga que cumplir. Por supuesto cada uno tiene sus gustos o se siente atraído por unos rasgos determinados; en mi caso he descubierto que me atraen las mentes creativas, con un buen sentido del humor y con carácter. Pero esto es muy diferente a pretender buscar a la chica perfecta en un papel.
Me da la sensación de que esto es como un examen, como una oferta laboral: “Éste es el puesto: se necesita valentía, comprensión, dulzura, que te guste el deporte, no celos y tener las cosas claras. Si lo cumples te llamaremos, si no, quizás podamos ser amigos.”
No puedo entender que una posible relación se termine porque no se cumplen unos requisitos racionales. Cuando te gusta alguien hay una fuerza invisible que hace que no te quieras separar de ella. Es irracional, indomable, simplemente quieres que no se aparte de tu lado. Puede que haya cosas que no te gusten de ella, o puede pasar que incluso te sorprenda haberte quedado colgado de alguien así, pero te va a dar absolutamente igual. Porque una cosa está clara: no escogemos de quien nos enamoramos.
Desconfío de las personas que dicen saber lo que quieren de una forma tan tajante, me parece que por un lado está muy bien porque saber lo que quieres pone foco en tu vida, pero no estamos hablando de tu carrera profesional. Estamos hablando de relaciones de pareja y para mí lo que estás poniendo con estos requisitos son líneas rojas a asuntos de corazón.
Lo vemos ahora, por ejemplo, en la televisión. En el programa First Dates se les “obliga” a los concursantes a explicar por qué tendrían o no una segunda cita. Hemos oído cosas como “vive un poco lejos”, “No ama los animales como yo”, “tiene otras metas en la vida”…etc, etc, etc. A mí me parecen puras patrañas. La única explicación posible es “me gusta o no me gusta”. Punto.
Imagínate, querida redactora de Elementos, que te enamoras de un hombre que no cumple con todos tus requisitos. Lo desecharías por falta de puntos cuando quién sabe si, relajándote un poco, no pensando tanto y siendo un poco menos racional, hubierais podido estar juntos y felices. Si se puede, siendo un poco flexibles los dos, adaptándose el uno al otro, no poniendo el foco en lo que falta, sino en lo que hay para vivir esa historia de amor que nace sólo del corazón y sin líneas rojas.
No hay ninguna regla ni requisito que vaya a hacer que una relación dure toda la vida. Tampoco hay garantía de nada, te puedes desenamorar o enamorar de otra persona. El amor es un caos indomable y pensar que haciendo ajustes, poniendo reglas o añadiendo requisitos va a funcionar es absurdo. Sólo está la regla de ser felices: soy feliz contigo y por eso quiero seguir contigo, en el momento en que deje de serlo, tendremos que arreglarlo juntos. Porque no somos superhéroes, somos dos personas imperfectas, que viven en un mundo imperfecto y que se aman de forma imperfecta.
MATERIAL AUDIOVISUAL: Spot de cerveza Quilmes (Argentina) en el que se ha sabido explotar de una manera muy divertida la guerra de sexos. En esta campaña de Absolut Vodka, el mensaje es que en un mundo perfecto (perfecto como el Vodka) los hombres serían configurables.
Juanjo Sayas
Redactor y Publicista
Twitter: @juanjosayas
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